Encontrar casa nunca és fácil y aún menos en un país que no es el tuyo. Después de muchas horas andando y preguntando puedes llegar a desesperarte pero, por suerte, "las cosas malas nunca vienen solas, las vienen siguiendo buenos acontecimientos".
Nunca puedes fiarte de la palabra de las personas, siempre gurandan un as bajo la manga. No obstante, siempre hay quien te sorprenda, siempre hay quien, a pesar de parecer que no te va a poder ayudar, hace todo lo que está en sus manos para sacarte de un apuro e intentar que tu estancia en su país sea lo mejor posible.
Así, damos gracias de que en el mundo existan esos pequeños ángeles de la guarda que hacen que todo vaya bien y que saben como sacarte una sonrisa sin esperar nada a cambio.
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